Hospital: Hospital Universitario de Badajoz, Hospital Universitario Virgen del Rocío
Nº: C2021-456
Aut@r o Autores: Raquel Teresa Martínez Sánchez, Isabel Lourdes Mejía Mejía, Javier Fernández García, Antonio Águila Gómez, Pablo Rodríguez Vaquero, Saray Fernández Gómez
Presentación
Paciente de 56 años estudiada hace dos semanas en centro externo por presentar vómitos y dolor abdominal, siendo diagnosticada de obstrucción intestinal. Se resolvió aparentemente el cuadro, permaneciendo asintomática hasta hoy. Consulta por nuevo episodio de vómitos y dolor periumbilical. Se decide realizar TC abdomino-pélvico urgente con contraste IV en el que se visualiza en fosa iliaca derecha el íleon terminal (así como el meso y la grasa mesentérica) introduciéndose hacia la luz del ciego ('signo de la diana'), siendo compatible con invaginación intestinal. El segmento de íleon invaginado es aproximadamente de 7 cms de longitud. Tanto el asa ileal como el ciego presentan un adecuado realce mural, sin signos evidentes de isquemia intestinal en el momento actual. Aunque no se identifican masas evidentes que hayan causado la invaginación, no podemos descartar completamente la existencia de lesión subyacente. Dicha invaginación produce una dilatación retrógrada de las asas ileales, que presentan calibre de hasta 33 mm de diámetro y niveles hidroaéreos en su interior. Se observa además moderada cantidad de líquido libre en fondo de saco de Douglas y pelvis. Tras valoración por cirugía general, se somete a la paciente de manera urgente a hemicolectomía derecha, sin evidenciar neoplasia subyacente.
Discusión
La invaginación intestinal o intususcepción es la introducción de un segmento de intestino con su mesenterio en el interior del asa contigua distal. En los niños es una entidad frecuente; en cambio, los casos de adulto tan sólo representan el 5% del total de las invaginaciones. Otra diferencia básica es que mientras que en la infancia suele ser idiopático, en el adulto suele ser secundaria a una lesión tumoral subyacente. La causa subyacente en el intestino delgado es predominantemente benigna (lipoma, pólipo…;) y en el colon, maligna (adenocarcinoma, linfoma…;). Desde el punto de vista clínico, se pueden dar dos supuestos: - Forma crónica, caracterizada por dolores abdominales intermitentes y prolongados en el tiempo, secundario a cuadros de invaginación parcial con reducción espontánea. - Forma aguda, cursando como un cuadro clínico inespecífico de obstrucción intestinal. Mientras que en el niño la ecografía es el gold-standard, en el adulto es la TC. La apariencia típica en TC es el típico signo de la diana (“target sign”) en el que se observan capas concéntricas de anillos alternos de alta y baja densidad. Los de alta densidad corresponden a la pared intestinal edematosa, y los de baja densidad, al contenido líquido de las asas y a la grasa mesentérica invaginada. Además, se ven signos secundarios como pueden ser obstrucción retrógrada de las asas, líquido abdominal o rarefacción de la grasa mesentérica adyacente. Aunque la invaginación intestinal puede ser manejada con un método no quirúrgico, en prácticamente todos los adultos el tratamiento es la cirugía, ya que la mayor parte tiene un factor desencadenante.
Conclusión
La invaginación intestinal en el adulto es una causa poco frecuente de obstrucción intestinal, siendo la única forma de diagnosticarlo mediante métodos de imagen. Es importante identificarla ya que en la mayor parte de las ocasiones en el paciente adultos será secundario a una lesión subyacente. El tratamiento será principalmente quirúrgico ya que por un lado permite resolver el episodio de obstrucción intestinal agudo y por otro, también descarta la existencia de una masa subyacente desencadenante del mismo.
Bibliografía
- Vicente Bártulos A, García Casado E, Sanz de León O, Salamé Gamarra FF, Mota Goitia I, Resano Pardo S. Diagnóstico de la invaginación intestinal en adultos en el servicio de urgencias. Poster presentado en: XXIX