Sección de radiología de urgencias: una necesidad.
La utilización masiva del diagnóstico por imagen es uno de los principales cambios que está sufriendo la medicina en los últimos años. En urgencias está demostrado que las exploraciones radiológicas presentan un rendimiento superior a la exploración física y la anamnesis aisladas incluso en el caso de médicos experimentados. Este hecho ha convertido al estudio radiológico en imprescindible, hoy día el 80% de los diagnósticos se realizan mediante técnicas radiológicas. Actualmente la urgencia se enfoca como una medicina multidisciplinar, que afecta a diferentes especialistas que van a tener muchos mejores resultados cuanto más implicados estén en ese proceso.
Es un hecho el aumento progresivo en el número de consultas en los servicios de urgencias hospitalarias, estimado en el 3% anual, lo que unido a la creciente utilización de estudios radiológicos implica una presión tal sobre el radiólogo en urgencias que hace pensar en cambiar la organización tradicional de la radiología de urgencias.
El desarrollo tecnológico, especialmente el TC multidetector ha permitido una mejora en el manejo de los pacientes de emergencias y críticos a cambio de una mayor complejidad en la adquisición de las imágenes, en su post proceso y en su interpretación.
La respuesta a este desafío no consiste en limitar la demanda de exploraciones sino en responder a la misma. Aproximadamente la mitad de los TC realizados en nuestros hospitales son ya urgentes. Pensamos que un servicio de radiología con suficiente volumen de trabajo para estar organizado por órganos y sistema debería contar con una sección específica de urgencias. Dicha sección deberá contar con unos recursos materiales compuestos por un TC, ecógrafos de alta gama y portátil y salas de RX convencional. En cuanto a los recursos humanos deberían contar con personal fijo en la sección ya que el enfoque actual de la medicina exige que los especialistas en imagen tengan un profundo conocimiento y experiencia en áreas más enfocadas de atención clínica. Ello ha conllevado una mejora en las relaciones entre radiólogos, urgenciólogos, intensivistas, cirujanos, neurólogos etc… consensuando indicaciones y protocolos, en los que la radiología es parte fundamental. Esto además de reforzar la presencia de la radiología en el proceso urgente genera diagnósticos más rápidos y precisos que van a mejorar el pronóstico de los pacientes.
Si bien no hay dos hospitales iguales, la tendencia es a contar con personal durante los turnos de mañana y tarde con un futuro quizá no lejano de cobertura las 24 horas del día.
En la SERAU nos proponemos fomentar en todos los foros la creación de secciones de urgencias. No se trata exclusivamente de un problema de equipos: en 2016 había registrado un número cercano a 850 TAC en todo el país. El problema es un tema de concepción de las urgencias con una gran diferencia entre comunidades autónomas, pero también entre hospitales de la misma comunidad por lo que se trata no sólo de falta de criterio en las consejerías sino también falta de visión dentro de los propios servicios de radiodiagnóstico.
Desde la SERAU pretendemos promover la formación continuada de los profesionales que atienden las guardias. La certificación de competencias para poder atender correctamente las urgencias en el siglo XXI y la certificación de competencias para atender con garantías las guardias por tele radiología en centros de menor tamaño.
En conclusión en SERAU creemos que el crecimiento en cantidad y calidad de la radiología de urgencias es imparable, tanto por criterios de salud como por criterios económicos. El futuro está en desarrollar secciones de urgencias en los centros de referencia de mayor tamaño y potenciar la radiología de urgencias de calidad en los de menores dimensiones.