ID: C2015-245
Hospital: Hospital Universitario y Politécnico La Fe.
Ciudad: Valencia
Nº: 245
Aut@r o Autores: Ochoa Y, Monteliu G, Delgado J, Collado J, Jarre A, , Rudenko P.
Presentación
Paciente masculino de 69 años con cuadro clínico de 6 horas de evolución de hemiparesia facio-braquio-crural izquierda y sensación de desequilibrio. Se solicita TC cerebral con la sospecha de Ictus hemisférico derecho.Antecedente de carcinoma renal de células claras tratado con nefrectomía.
Discusión
Hallazgos iniciales de las pruebas de imagen y diagnóstico de presunción: Hematoma intraparenquimatoso parietooccipital derecho, con pequeños focos de hemorragia subaracnoidea, en el contexto clínico del paciente y dado sus antecedentes, el sangrado se relaciona con lesión tumoral subyacente. -Metástasis de carcinoma renal hemorrágica. Relectura del caso: En TC hiperdensidad intraluminal de seno longitudinal superior y de algunas venas corticles. En la RM extensa trombosis de seno venoso dural longitudinal superior con extensión a ambos senos transversos. Trombosis de venas corticales superiores. Hematoma intraparenquimatoso parietal derecho con edema circundante por infarto venoso. Hemorragia subaracnoidea en surcos adyacentes. -Trombosis venosa dural. -Infarto hemorrágico venoso, hematoma intraparenquimatoso parietal derecho. Reflexión docente: El diagnóstico de la trombosis venosa dural se puede realizar mediante la visualización del trombo en el seno o vena afectado, o identificando signos indirectos correspondientes a las alteraciones parenquimatosas secundarias a los cambios isquémicos producidos por la alteración del flujo venoso. Los infartos hemorrágicos (10–50% de los casos) pueden ser profundos, superficiales o multifocales, habitualmente tienen una localización subcortical en territorios que no siguen una distribución arterial típica y con una localización proximal al drenaje del seno afectado. Pueden presentarse como hemorragias subdural, subaracnoidea e incluso intraventricular (1,2). Sinembargo los infartos no hemorrágicos son más frecuentes (1,2).
Conclusión
Es relevante incluir la trombosis venosa dural dentro del diagnóstico diferencial de las lesiones hemorrágicas cerebrales ya que se pueden mejorar el pronóstico con tratamiento precoz adecuado.
Bibliografía
1. Puig J, Pedraza S, Blasco G, Serena J. Review of the neuroradiological diagnosis of cerebral venous thrombosis. Radiologia. 2009 Jul-Aug;51(4):351-61. 2. Ganeshan D, Narlawar R, McCann C, Jones HL, Curtis J. Cerebral venous thrombosis-A pictorial review. Eur J Radiol. 2010 Apr;74(1):110-6.